Esta es una reflexión a razón de la muerte de 3 valientes bomberos peruanos en un incendio ocurrido en la ciudad de Lima hace unos días. La sensibilidad de la comunidad al ver que la muerte fue el trágico resultado de la intervención de estos «hombres de rojo», se tradujo en expresiones y titulares como: ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué se arriesgan así? ¡Que valientes!
Definir y aceptar tu propósito en la vida, eso que te mueve, la razón que le encuentras a tu paso por este mundo, aquello que te genera los suficientes motivos para tomar una u otra determinada acción, eso que te ilumina y exalta el espíritu, es un proceso que algunas personas nunca llegan a concretrar y mucho menos definir a tiempo, otras pueden ir re-definiéndolo en la medida que maduran sus emociones y aprenden a reconocerse y aceptarse con los dones y talentos que Dios puso en ellos. Si tu propósito es claro tus motivaciones son fuertes y tus acciones congruentes y alineadas
Para descubrir el propósito personal muchas veces recurren a un ejercicio intelectual a través de un taller o seminario, también hacen uso del auto examen de conciencia, recorriendo gustos y preferencia para tratar de alinearlos con sus creencias, espiritualidad y visión del futuro. Ambas son vías válidas y muchas veces complementarias.
Los seres humanos en general y más aún cuando jóvenes, solemos fijarnos metas muy personales e intrínsecas, buscamos el reconocimiento extrínseco también como fuente de motivación y la trascendencia pasa tangencialmente, para cobrar vigencia en la mitad de nuestras vidas en adelante. ¿Qué motiva a un joven a ser bombero y servir a su comunidad? ¿Reconoce en esta labor su propósito? ¿Su motivación es de reconocimiento extrínseco o de trascendencia? ¿Pretende demostrar su valentía y arrojo?
La mayoría de los bomberos en el Perú se enrolan de jóvenes, muchos pasan gran parte de su vida combinándola con esta actividad voluntaria. Yo creo que un(a) joven que se alista como bombero voluntario tiene claro que el servicio a la comunidad, el salvar una vida, el rescatar un ser vivo en un desastre, es un elemento esencial de su propósito en la vida, lo siente, lo ilumina y mueve a la acción desde que comienza a madurar su toma de conciencia. Cuando las razones (motivaciones) están alineadas con tu propósito, el valor y el coraje son una consecuencia, son dones que descubres y usas como herramientas para que nada te detenga en conseguir la meta, más aún cuando esta es salvar una vida. La motivación extrínseca está en la labor misma, en la fraternidad de tus «hermanos de fuego» o un «gracias» eventualmente. Trasciende la obra más no el individuo.
Tremenda lección de la fuerza y valor del propósito la que nos dejan estas vidas que se fueron, pero no se perdieron, ya que lograron trascender aun cuando era parte de su propósito. Que Dios proteja a los bomberos. Dios, Patria y Humanidad.